BACTERIÓFAGOS
Los bacteriófagos (fagos) son
parásitos intracelulares obligados que se multiplican al interior de las
bacterias, haciendo uso de algunas o todas sus maquinarias biosintéticas (p.
ej., los virus que infectan bacterias).
Existen muchas similitudes entre
los bacteriófagos y los virus de células animales. Así, los bacteriófagos pueden
ser visualizados como sistemas modelo de los virus de células animales. Además
es necesario el conocimiento previo del ciclo de vida del bacteriófago para
entender uno de los mecanismos por los cuales los genes bacterianos pueden
transferirse de una bacteria a otra.
Alguna vez se pensó que el uso de
los bacteriófagos podría ser una vía efectiva para tratar las infecciones
bacterianas, pero pronto se hizo aparente que los fagos son removidos
rápidamente del cuerpo así que resultaron de poco valor clínico. Sin embargo,
los bacteriófagos son útiles en el diagnóstico de laboratorio para la
identificación de bacterias patógenas (fago-tipificación). Aunque la
fago-tipificación no se usa en el laboratorio clínico de rutina, sí se usa a en
los laboratorios de referencia con propósitos epidemiológicos. Recientemente,
se ha desarrollado un nuevo interés en el posible uso de los bacteriófagos para
el tratamiento de infecciones bacterianas y en la profilaxis. De manera que la
decisión de si los bacteriófagos serán usados en la medicina clínica o no, aún
está por ser determinada.
COMPOSICIÓN Y ESTRUCTURA DEL BACTERIÓFAGO
Dependiendo del fago, el ácido
nucléico puede ser ya DNA o ya RNA pero no ambos y puede existir en varias
formas. Los ácidos nucléicos de los fagos a menudo contienen bases raras o
modificadas. Estas bases modificadas protegen a los ácidos nucleicos del fago
de las endonucleasas que cortan los ácidos nucléicos del huésped durante la
infección.
Los bacteriófagos vienen en muchas
diferentes formas y tamaños, las caracterisitcas son: Tamaño, Cabeza o Cápside,
Cola.
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